Secretos revelados de las rage room: ¿Se fusionan la pasión y la ira?

Los propietarios y gestores de las «rage room» en Estados Unidos están informando de que un número cada vez mayor de clientes está participando en actos sexuales dentro de sus instalaciones.
Las «rage room» son espacios donde los clientes pueden pasar tiempo en una habitación privada destruyendo varios objetos, como platos, televisores, radios, mesas y más, con objetos contundentes, según un artículo de USA Today.
Los clientes a menudo acuden para despedidas de soltero o noches románticas, y usan dispositivos de protección mientras golpean objetos frágiles con palancas, bates de béisbol y martillos demolidores.
Las «rage room», que han experimentado un auge tras la pandemia de COVID-19, ofrecen a los visitantes un lugar seguro para liberar la ira acumulada, pero ahora los clientes están utilizando el lugar para otro tipo de catarsis.
Según Corey Holtam, propietario de Wreck Room Las Vegas, a veces algunas personas se dejan llevar por la situación. Ha contado que ha visto clientes que se han tumbado juntos en una habitación llena de vidrios rotos, quizás percibiendo un aspecto de peligro en el entorno. El propietario de Wreck Room ha declarado que su empresa intenta evitar este comportamiento informando a los clientes de que hay una cámara en la habitación que los está observando por motivos de seguridad.
Neko Farmer, fundador de REKT en Carrolton, Georgia, admitió haber visto comportamientos similares en su negocio. Dijo que ha presenciado parejas involucradas en abrazos intensos y sesiones de besos apasionados al menos dos veces al mes, incluso algunas personas llegan a desnudarse.
Los expertos han sugerido que podría haber una conexión fisiológica y psicológica entre emociones intensas como la ira y la excitación sexual. Justin Lehmiller, investigador en el Kinsey Institute for Research in Sex, ha declarado que tanto el comportamiento agresivo como el sexual activan la respuesta de lucha o huida del individuo, estimulando la adrenalina. Esta respuesta aumenta el flujo sanguíneo en todo el cuerpo humano, incluyendo los genitales, lo que podría llevar a una respuesta sexual. Sin embargo, Lehmiller ha sugerido que en las «rage room» las personas están confundiendo la respuesta fisiológica de ira o excitación con la excitación sexual, probablemente atribuyéndola al hecho de que están en una habitación con alguien a quien encuentran atractivo. En otras palabras, cuando la fuente de excitación es ambigua, a veces la atribuimos a la persona en lugar de a la situación.
La terapeuta sexual Leigh Norén ha comparado este fenómeno con otras citas que pueden generar excitación, como los parques de atracciones o las casas encantadas. «Si ves programas como ‘The Bachelor’, donde a menudo tienen citas como saltar en bungee, parecen enamorarse más fácilmente», dijo. «Esto podría ser una mala interpretación de estas señales fisiológicas que ocurren en sus cuerpos». Norén también señaló que las «rage room» permiten a las personas superar los límites impuestos por la sociedad que les dice cómo deben comportarse, lo que contribuye a evitar la vergüenza sexual.